BERENJENA AL PARMESANO

Antes que nada, aviso, esta receta no es, desde luego, una de las más bajas en grasas. Se trata, precisamente, de un plato maliciosamente empalagoso, irresistible y delicioso.


Ingredientes para 4 o 6 raciones


1k de berenjenas cortadas en rodajas de 5 mm de ancho
300 g. de queso mozzarella auténtica (de búfala)
50 g. de queso parmesano rallado (si no, el Grana Pagano rallado va muy bien)
Hojas frescas de albahaca picadas
Harina para rebozar
Aceite de oliva para freír
Sal

Para la salsa de tomate:
500 gr. De tomates lavados, colados, pelados y troceados.
1 cucharada sopera de aceite de oliva
Sal
Azúcar (opcional)

Coloca las rodajas de berenjena en un colador y saltee cada una. Déjalas secar en el colador durante 30 minutos o 1 hora. Frótalas con papel de cocina para eliminar la sal sobrante.


Llena de harina un plato grande y reboza cada rodaja. Ten preparada una bandeja grande recubierta de papel de cocina para absorber el aceite de las berenjenas. Cubre una sartén de aceite con 1 cm de profundidad y ponla a calentar a fuego alto. Cuando el aceite esté muy caliente, ves introduciendo las berenjenas hasta que queden bien doradas por ambos lados. Déjalas secar y enfriar en la bandeja.

Precalienta el horno a 200º.

Para hacer la salsa, vierte el aceite en una olla pequeña y añade los tomates y la sal al gusto (yo le hecho un poco de azúcar para “matar” el amargo del tomate, suaviza luego el plato en general). Sofríelo a fuego medio, removiendo cada cierto tiempo. Te saldrá muy poca cantidad de salsa de tomate, pero no te preocupes, es más que suficiente.

Para presentar el plato, coloca una capa de berenjenas en la fuente de horno engrasada. Esparce encima la salsa de tomate y recúbrelo con las lonchas de mozzarella, el queso parmesano rallado encima y la albahaca picada. A continuación, añade otra capa y, finalmente coloca encima la última capa de berenjenas recubiertas con un poco de queso parmesano rallado. Este paso es al gusto, pon las capas de berenjenas, tomate y queso que quieras, hornea la fuente en el horno unos 4 o 5 minutos hasta que la berenjena esté bien dorada, las capas estén crujientes y el queso se haya derretido. Deje enfriar un poco el plato y sírvelo a temperatura ambiente.

Manos a la obra y cuando alguien la haga que me cuente qué le ha parecido. Y por cierto, acepto sugerencias para que el plato quede mejor todavía, la intención es no freír las berenjenas, si alguien sabe de alguna forma para que queden crujientes sin freírlas que me lo diga.

Saludos a todos.

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